Que estamos en crisis ya nadie lo duda. Que tenemos que ser eficientes en sanidad, tampoco nadie lo duda.
Si viviésemos en una democracia real, participativa, y preguntásemos a los ciudadanos qué prefieren que se haga con los impuestos que recaudan el Estado y las Autonomías, probablemente veríamos que los ciudadanos prefieren una sanidad óptima (con sus salvedades) a otro tipo de gastos. Pero por desgracia, la casta política ha preferido seguir el lema del despotismo ilustrado antes que consultar al pueblo. Han decidido que la Sanidad debe subsistir con recortes cada vez más importantes sin hacer reformas de calado que nos permitan salir de la crisis.
Todas las autonomías españolas han recortado brutalmente los gastos sociosanitarios, que van a perjudicar especialmente a los pacientes crónicos y discapacitados. Los más indefensos. Los que nos dan la razón de ser de la especialidad de Medicina Física y Rehabilitación.
Según cifras recientes, un 15%-18% de la población mundial tiene algún tipo de discapacidad. Aproximadamente 1 de cada 6 familias en España tiene alguna persona discapacitada. ¿Estamos dispuestos todos a disminuir la atención sociosanitaria a estos enfermos?
Digámoslo claro. Los recortes van a aumentar el sufrimiento de los enfermos, van a provocar que mueran personas y que causas de discapacidad que pudiesen ser prevenibles progresen hasta puntos irreversibles. Si esta democracia fuese real, ¿qué nos dirían los votantes? ¿Más salud o banca con más ganancias?
Luchar contra la discapacidad es difícil, y hacerlo bien aún más. Los recortes sanitarios realizados sin criterios de gestión clínica y especialmente sin una perspectiva social y humanitaria están cebándose en Hospitales y Servicios de Rehabilitación, con el riesgo de dejar a miles de personas sin una atención de rehabilitación adecuada. Desmantelar servicios de rehabilitación que son y han sido ejemplo para otros muchos servicios de toda España, no es la mejor vía. Seguro que si los políticos preguntasen a los ciudadanos seguro que les dirían que prefieren ser más pobres, pero más sanos.
Desde este blog, todo el apoyo y cariño para los trabajadores del Servicio de Rehabilitación del Hospital Universitari Mútua de Terrassa.