Tal vez la neurorreflexoterapia pueda ser útil para el dolor lumbar o para la
disfunción de la articulación temporomandibular, pero la falta de transparencia de esta técnica de tratamiento (que consiste en la implantación de grapas quirúrgicas en deerminadas zonas de la piel del paciente buscando analgesia)impide una valoración adecuada de su eficacia.Para poder aprender (y por tanto usar) esta técnica, se necesita un diploma de sus promotores (Kovacs sobre todo) tras pago de matrícula del curso de formación.Por ello,y salvo que sus promotores cambien de idea, me temo que de esta terapia sólo veremos durante mucho tiempo estudios de los mismos autores, pudiendo quedar en el mundo de las ideas de Platón. Y es que en la medicina seria, la transparencia es imprescindible. Sólo así podremos distinguir entre medicina eficaz y placebo.
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